Dejó su Paraná, rumbo a Suiza, siendo sólo una adolescente. En la actualidad, vive en Granada, trabaja como responsable de marketing digital para la consultora Konvertys y con tan sólo 25 años, fundó su propia empresa “Rent your room” (alquila tu habitación).
Alejandra Domínguez partió de Paraná destino a Lausanne (Suiza) junto a su mamá y su hermana Ana en marzo del 2002 a causa de la crisis económica, reuniéndose con el resto de la familia a fines de año. Habla francés e inglés, realizó parte de sus estudios en la Universidad de HEC en Montreal, al ganar una beca y se graduó el año pasado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Granada, ciudad andaluza donde reside actualmente. Este año se lanzó al mundo empresarial con su empresa “Rent your Room”.
Emigraste a Suiza junto a tu familia ¿Manejabas el idioma? ¿Cómo es la vida allá?
Por suerte, en cuanto al francés no tuvimos muchos problemas, antes de viajar tomamos clases en Paraná con una profesora y cuando llegamos estuvimos tres meses en una escuela de francés y luego mi hermana y yo nos incorporamos a las clases normales.
Suiza es un país fuera de serie en todo sentido. Muy limpio, ordenado, la gente es excesivamente puntual y el nivel educativo es excelente. Es totalmente distinto a Argentina o España, quizás sea una vida demasiado tranquila. La síntesis de la vida en Europa, en general, sería “con mucho menos, haces mucho más”, acá las posibilidades son infinitas, es accesible estudiar idiomas, viajar por todos lados (mucho tienen que ver las cortas distancias), al contrario de Argentina, en donde las distancias son más largas y se necesita bastante dinero. Creo que nunca hubiese podido conocer todo lo que conozco viviendo en Paraná.
A los 17 años decidiste irte a España para finalizar la secundaria ¿Sos consciente que eras una adolescente?
Creo que nunca fui realmente consciente de lo que hacía con la edad que tenía. Cuando decidí irme a España no pensaba que tenía 17 años recien cumplidos, solo pensaba que quería terminar la escuela y me sentía preparada para irme. Siéndote sincera, si hubiese estado en Argentina no creo que hubiese hecho algo así, pero el irte de tu país te hace madurar más rápido. Le estaré siempre agradecida a mi tío (él le decía a mi mamá que nos viniéramos a Suiza) y a mi mamá por haber tomado la gran decisión de emigrar y a mi papá por habernos seguido, puesto que he aprendido y he vivido muchísimo de nuestras experiencia aquí. Aunque también, siempre me pregunto cómo hubiese sido mi vida en Paraná si no nos hubiésemos marchado.
Vivías en Andalucía ¿En qué ciudad?
Para terminar la secundaria, alquilé una habitación en Cádiz, en la casa de una señora llamada Ana, quien fue una mamá postiza durante esos años. Hoy, es un miembro más de la familia. Viene a Suiza a pasar las fiestas con nosotros y siempre que podemos vamos a visitarla.
El primer año de escuela fue quizás un poco duro, extrañaba a mi familia, pero de a poco me fui acostumbrando, y mis padres venían a verme y cuando podía viajaba a Suiza.
Terminé y volví a Suiza un año a estudiar inglés (cinco horas diarias durante seis meses) y a trabajar (otros cincos meses en un supermercado) para poder pagarme una parte de los gastos que suponía el volver a España y comenzar la universidad en Granada.
¿Por qué elegiste Granada para estudiar?
Me matriculé en la universidad de Málaga y de Granada, y al final me decidí por está última, ya que mi novio es granadino. Pero eso no nos aseguraba estar juntos, en ese entonces, él era profesor interino, por lo que no sabíamos en qué ciudad le tocaría trabajar, en sus 8 años como profesor de piano en el conservatorio, nunca lo habían trasladado a su ciudad, y el mismo año en que comencé la facultad, le asignan Granada, creo que fue el destino quien nos unió. Al principio cada uno vivía en su casa, pero luego decidimos compartir techo y desde entonces no nos hemos separado.
¿Serás una persona muy independiente, ya que has vivido sola en tu adolescencia, imponiéndote tus propias metas y sin tener a nadie recordándote tus obligaciones?
Desde el primer día que me fui de casa, sabía que mi principal objetivo era aprobar todas las materias y sacar buenas notas, para compensarle a mi familia el esfuerzo económico que hacían por mí. Lo mismo durante mi etapa universitaria, todas mis fuerzas han estado enfocadas en los estudios, y gracias a dedicarme a pleno durante todo el año, luego podía disfrutar de dos meses de vacaciones, las que ocupaba para pasar el tiempo con mi familia y viajar.
Pero nunca me he sentido sola, mis padres siempre han estado apoyándome y mi novio, ha sido y sigue siendo la piedra angular de mi vida.
De Paraná a Suiza, pasando por España, luego Ginebra, una escala en Montreal y vuelta a España ¿Qué es lo más duro del desarraigo?
Los seres queridos es lo que más se extraña. Qué lindo sería meterlos en una valija y llevarlos donde quiera que uno vaya, pero es algo irreal.
Cuando nos fuimos a Suiza a vivir, sufrí el estar lejos de mi papá y en segundo lugar, de mis amigas, de la escuela y la ciudad en sí. Pero a los pocos meses mi papá, su mujer y mi hermanita se instalaron en Suiza. En cuanto a mis amigas, por suerte, tengo contacto diario con muchas de ellas, siembre hablamos, y las que pueden, han venido a verme, por lo que sigo manteniendo una gran amistad. Lo más duro que una persona puede vivir, es perder a alguien amado. En el 2001, falleció mi abuela paterna, creo que si ella no hubiese muerto nunca nos hubiésemos ido de la ciudad, ya que era todo para nosotros.
¿Qué consejo les darías a los jóvenes con inquietudes similares a las tuyas?
Creo que hay que tener las cosas claras, es decir, saber lo que uno quiere y luchar mucho por ello, lo que significa, trabajar o estudiar muy duro, para conseguirlo. Si uno es buen hijo y hace las cosas bien, los padres siempre estarán ahí para apoyarnos.
Tu vida universitaria no ha sido para nada ordinaria: ganaste 2 becas, lo que te permitió realizar parte de tus estudios en Canadá y en Ginebra. Además fuiste la oradora representante de la comisión en la gala de graduación. Contános un poco sobre tu experiencia estudiantil.
Obtuve dos becas, primero la de Eramus, que consistía estudiar un año en Ginebra (2011-2012) y en agosto de ese mismo año, fui a Canadá por 5 meses a la Universidad HEC de Montreal. Allí me eligieron como mejor embajadora por haber representado a mi universidad (Universidad de Granada) en una expo estudiantil, donde cada institución tenía su stand para captar nuevos alumnos de todo el mundo.
También gané un premio junto con una compañera, al crear una empresa ficticia llamada “Be Ready”.
Pero ahora, en la vida real, y con tan sólo 25 años, tenés tu propia empresa “Rent your Room” ¿A qué se dedican?
“Rent your Room” (alquila tu habitación), es una inmobiliaria virtual dirigida principalmente a estudiantes y profesores extranjeros que se encuentran preparando su estancia en Granada.
Se caracteriza por ofrecer viviendas modernas, acogedoras y bien situadas. Nos diferenciamos por establecer un precio “todo incluido” (agua, luz, calefacción, teléfono e Internet) a través de un contrato de alquiler totalmente flexible. Aprovechamos la gran cantidad de alumnado extranjero que recibe la Universidad de Granada, y les ofrecemos a los alumnos/profesores la posibilidad de encontrar alojamiento antes de que comiencen con su estancia oficial, lo cual supone un gasto suplementario si se decide hacerlo una vez llegados a la ciudad. Ahora a través de nuestra web corporativa (www.rentyourroom.es) el cliente, desde su país y antes de viajar, puede encontrar diferentes imágenes y vídeos de viviendas totalmente amuebladas y estratégicamente situadas.
Como has dicho, vivir en Europa te ha dado la posibilidad de viajar a diversas ciudades y lugares. De todos esos viajes, hay uno que tiene una característica muy particular: “El Camino de Santiago”. De todas las rutas posibles ¿Cuál hiciste y junto a quién?
¿Tenés la credencial del peregrino?
Sí, la tengo bien guardada. Es un documento, escrito en latín y personalizado, que sólo se puede obtener al recorrer, como mínimo 100 kilómetros a pie o 200 en bicicleta/caballo. Como empezamos en San Marino, la pudimos solicitar cuando llegamos a Santiago de Compostela, ciudad donde está ubicada la Catedral.
¿Qué lo que más te gustó de la peregrinación?
Sin duda la llegada a la Catedral, la cual nos recibía imponente y majestuosa. Es increíble esa sensación. También nos encantaron los pueblecitos fantasmas a lo largo del camino con 5 o 10 habitantes. De todos modos, es el recorrido en sí, lo que se disfruta tanto como el momento de la llegada.
Tip de viaje: Camino de Santiago
El Camino de Santiago es la ruta que recorren miles de personas con el fin de llegar a Santiago de Compostela, capital de la Comunidad Autónoma de Galicia, en la provincia de La Coruña, y así demostrar su devoción por el Apóstol Santiago, El Mayor. Ha sido el camino de peregrinación por cientos de años y hoy muchos lo consideran sagrado. Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Si bien la ruta francesa, de 750 kilómetros, es el camino más transitado de todos y el original Camino de Santiago, para obtener La Compostela, (credencial concedida por el Cabildo Catedralicio que acredita que se ha hecho el camino en peregrinación), sólo basta con recorrer un mínimo de 100 kilómetros a pie o 200 en bicicleta o caballo y tener 2 sellos por día.
El Camino de Santiago es la ruta que recorren miles de personas con el fin de llegar a Santiago de Compostela, capital de la Comunidad Autónoma de Galicia, en la provincia de La Coruña, y así demostrar su devoción por el Apóstol Santiago, El Mayor. Ha sido el camino de peregrinación por cientos de años y hoy muchos lo consideran sagrado. Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Si bien la ruta francesa, de 750 kilómetros, es el camino más transitado de todos y el original Camino de Santiago, para obtener La Compostela, (credencial concedida por el Cabildo Catedralicio que acredita que se ha hecho el camino en peregrinación), sólo basta con recorrer un mínimo de 100 kilómetros a pie o 200 en bicicleta o caballo y tener 2 sellos por día.
Importante: Al llegar a la casa del peregrino, le preguntarán por el motivo del recorrido. Si se contesta que es turístico o deportivo, no se le concederá La Compostela, ya que propiamente es sólo para aquellos que han realizado el camino como una peregrinación en devoción al apóstol.
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